Cambiar el aceite, comprobar las escobillas del limpiaparabrisas o revisar el filtro, son tareas básicas de mantenimiento que una persona con cierta maña puede realizar. Este tipo de revisiones comunes del vehículo, si las lleva a cabo el propio conductor, pueden suponer un importante ahorro de costes.

Como cada año, en verano, se esperan numerosos desplazamientos por la carretera. La DGT espera que entre julio y agosto se realicen más de 80 millones de desplazamientos. Sin embargo, y pese a ello, estudios publicados confirman que solo uno de cada tres conductores hará una revisión completa de su vehículo antes de salir de vacaciones. ¿El motivo? La crisis. Sin embargo, no es motivo, puesto que, tal y como se destaca desde HTMBoxes, centro del bricolaje del automóvil, realizar una revisión completa del automóvil es crucial para la seguridad propia y para la de los demás. Desde el centro se estima que si el conductor realiza una serie de labores básicas de mantenimiento y reparación por uno mismo, puede ahorrarse hasta un 80%. Y si estas tareas las lleva a cabo durante todo el año, el ahorro puede alcanzar hasta 300 euros al año.

“Existen personas que son habilidosas, que lo mismo se arreglan ellos mismos la lavadora, cuando es algo sencillo, o bien pintan su piso. En el mundo del motor, ocurre lo mismo. Si una persona tiene interés y habilidad para realizar tareas básicas de mantenimiento, puede hacerlo. Todo ello, sin repercutir en la seguridad, puesto que siempre estamos hablando de revisiones sencillas que no impliquen conocimientos muy técnicos. Estas últimas, las tendrá que hacer un experto” comenta Elisardo Álvarez, Director General de HTMBoxes, a lo que añade “los conductores saben que las reparaciones más complejas deben confiarlas a sus mecánicos y servicios técnicos oficiales puesto que tienen el conocimiento y las herramientas adecuadas”.

Recomendaciones básicas

Entre los aspectos más importantes que hay que tener en cuenta a la hora de revisar el coche antes de salir de vacaciones, se encuentran los neumáticos. En ellos hay que prestar especial atención a la profundidad del dibujo (debe ser mayor de 1,6 mm), observar si existe desgaste no homogéneo de la banda de rodadura, presencia de clavos, de deformaciones, etc. Y es muy importante comprobar y ajustar la presión. Por otro lado, es esencial revisar el estado de los frenos. Para ello, habrá que comprobar el nivel de desgaste de las pastillas de freno (en ocasiones habrá que soltar la rueda para poder valorarlo más fácilmente) y de paso, el estado general del disco de freno (debe ser liso y suave y no presentar rugosidades ni deformaciones). Y ajustar el nivel de líquido de frenos.

Dentro del compartimiento del motor se tendrán que ajustar los niveles de: aceite motor, líquido de dirección, refrigerante y limpiaparabrisas. Se revisará el estado general de la batería y la que la fijación de los bornes sea adecuada. Por otro lado, en cuanto a los dispositivos eléctricos se hará hincapié en el sistema de alumbrado y señalización. Así como las luces de la matrícula. Por último, algo que es crucial por lo que respecta a la seguridad de los ocupantes, son los sistemas de retención. Habrá que comprobar la regulación de los reposacabezas, cinturones de seguridad, sillas de retención infantil, y dispositivos de contención de vuestras mascotas.