Después de la tormenta siempre vuelve a salir el sol

Publicado el por FCO. JAVIER ROCA RODRÍGUEZ (autor)

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Momentos tormentosos estos que vivimos, pero hay un mensaje de esperanza; después de la más dura tormenta el cielo queda limpio y el sol brilla con verdadero esplendor...

Estamos en el siglo XXI y casi no nos hemos dado cuenta que lo hemos empezado con mal pie. Pero la realidad ahí fuera, es que nuestras vidas han cambiado... ¡y cómo han cambiado madre mía!

Reflexionemos un poco... Hace tan solo 15 años, finales del siglo XX, pocos aún imaginábamos nuestra vida como es hoy; tabletas, móviles smart phone, comunicación vertiginosa vía wathsapp, compartir incluso coche para viajar a través de la comunicación Internet, conocer la opinión de un hotel por miles de usuarios antes de elegirlo, tener una aplicación que busca el seguro más barato entre cientos sin tener que movernos del sillón, plataformas como Airbnb, Meetmeals o Sherpandipity que pone en contacto a particulares para que intercambien bienes y servicios, herramientas como Google y Wikipedia que nos acercan a la verdad universal en unos clicks,.. Hoy ya es estúpido discutir sobre banalidades en el bar, ya que rápidamente un smart phone nos saca de nuestro error.

Considero que esta crisis y el acceso a la información nos están llevando, sobre todo, a una nueva forma de pensar, de ver el mundo a nuestro alrededor, de la cultura de posesión a la de uso y disfrute de las cosas. Imagínate que en tu comunidad de vecinos habrá no menos de 10-12 taladros, que cada vecino usáis como mucho 15-20 minutos al año, ¿tiene esto sentido?, ¿no es más razonable tener un taladro comunitario? Un ejemplo banal, lo sé, pero hace pensar. ¿O no?

Cuando acabe la tormenta seremos distintos y haremos cosas distintas, la lucha de clase obrera contra la empresa habrá desaparecido, ya que todos nos hemos dado cuenta que esa lucha apareció en el siglo XVIII, y que la empresa del siglo XXI, nada tiene que ver una empresa creada muchas veces por la necesidad de alguien que estuvo en el paro; no podrá tener el mismo ADN que aquellas grandes industrias del pasado. El enfrentamiento entre "obreros y empresarios", permitirme el uso de esas ya desfasadas palabras, tiende a desaparecer por completo y hablaremos de personas dentro de las empresas, personas colaborando responsablemente por desarrollar y mantener proyectos de empresa, la empresa como entidad de unión en proyectos de vida.

Cooperativismo, cooperación, cooperar, en definitiva ayudarnos unos a otros por conseguir algo que nos beneficia a todos, ¡simple no!

Frases como "Si no construyes tu sueño, estarás construyendo el sueño de otro" que veíamos en esos libros de motivación del siglo XX, ya no tienen el mismo impacto cuando descubrimos que es más fácil unirse a alguien que ya está construyendo un sueño igual al tuyo y colaborar en hacerlo más grande y mejor; en definitiva, juntos construimos el sueño de ambos, no tenemos que construir el mismo sueño cada uno por separado, ¿me explico, verdad?

Y aquí adquiere relevancia nuevamente la palabra cooperación, cooperar entre pequeñas empresas para lograr objetivos comunes, cooperar entre personas para crear empresas, cooperar entre ideas para lograr hacerlas realidad.

Un buen amigo enseña una frase a jóvenes emprendedores "¿por qué miras a tu semejante como competencia, si entre tú y él realmente os disputáis el 0,2% del mercado? ¡Si te alías con él, es posible que podáis acceder juntos al 6%!". Tu competencia real son los que manejan el otro 94%, pero no ese semejante cercano que, como tú, sólo lucha por sobrevivir; uniros y seréis algo más fuertes, algo más listos, algo más rápidos....

¿Te has parado a pensar, que es la necesidad la que nos obliga a cooperar? Esa cooperación, la que nos saca de la necesidad, esa etapa de no necesidad la que nos convierte en individualistas, y ese individualismo el que nos lleva de nuevo a etapas de necesidad.

Esta es mi visión de lo que otros llaman crisis de valores, "individualismo en etapas de no necesidad".

Así que mi esperanza cuando salga el sol, es que hayamos comprendido que cooperar en épocas de necesidad es bueno, pero seguir cooperando en épocas de bonanza,es lo que nos hará realmente grandes.