El Comité Económico y Social Europeo pide a la Comisión Europea que proteja la industria y el empleo europeos de importaciones desleales

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CESE considera que no se debe dejar al albur de la Comisión la emisión de informes sobre distorsiones de mercado sino que se tiene que comprometer a realizarlos, como mínimo para los países que a la fecha de entrada en vigor del nuevo Reglamento, hayan sido objeto de un número sustancial de expedientes anti-dumping.

  • Para CESE, la carga de la prueba debe estar claramente definida y solicita que no caiga en la industria europea o en la Comisión, sino en los exportadores de países terceros.
  • Pide a la Comisión que garantice la seguridad jurídica del nuevo Reglamento y que construya una justificación sólida sobre la compatibilidad del nuevo sistema con las normas de la OMC.
  • El procedimiento de denuncia antidumping debe ser más accesible para las empresas europeas y en particular para las PYME.
  • Andrés Barceló –director general de UNESID y co-ponente del dictamen- declaró “no estamos pidiendo proteccionismo, sino que el comercio internacional se desarrolle de acuerdo a las normas de la OMC”.

El dictamen del Comité Económico y Social Europeo –CESE- sobre la nueva metodología de los instrumentos de defensa comercial, aprobado ayer en Bruselas en sesión plenaria, respalda la propuesta de la Comisión de una nueva metodología antidumping pero pide mejoras en la misma.

Christian Bäumler (Alemania, grupo de trabajadores), y Andrés Barceló –director general de UNESID- (España, Grupo de empresarios), ponentes del dictamen, invitaron a la Comisión y a otras instituciones europeas a incorporar las mejoras sugeridas por el CESE.

El comercio libre está en el corazón de los valores europeos, siempre y cuando se trate de un comercio leal”, señala la ponencia. Las autoridades de competencia, nacionales y europeas, cuidan de su cumplimiento en el mercado interior y en el comercio internacional hay que recurrir a instrumentos de defensa comercial, compatibles con las normas de la OMC, con el  objetivo de defender la competitividad de la industria europea frente a importaciones desleales de países  terceros.

Andrés Barceló, co-ponente del dictamen y director general de UNESID, afirmó que "debemos salvaguardar la igualdad de condiciones para la industria europea y garantizar que los empleos y los crecimientos se mantengan, no estamos pidiendo proteccionismo, sino que el comercio internacional se desarrolle bajo de acuerdo con las normas de la OMC”.

La propuesta de la Comisión pretende solucionar, aunque sin citarlo, el problema de China, con la expiración de algunas provisiones de su protocolo de adhesión a la OMC. En su dictamen, el CESE respalda, con pragmatismo, la propuesta de la Comisión de calcular el margen de dumping en un procedimiento ad hoc para los países con “distorsiones significativas de mercado”.

Christian Bäumler señaló que "apreciamos la intención de la CE de utilizar una metodología específica para determinar los márgenes de dumping de las importaciones procedentes de países en los que existe una importante intervención estatal en la economía, pero también queremos que se respeten las normas de la OIT y los acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente al tiempo que se evalúan las distorsiones significativas del mercado".

Para Andrés Barceló "las empresas necesitan previsibilidad y seguridad jurídica en la aplicación del Reglamento antidumping, pero la propuesta de la Comisión todavía no está clara en una serie de cuestiones". De hecho, según el CESE, es posible mejorar la propuesta de la Comisión de modificar el Reglamento básico antidumping.

El CESE considera que los informes que la Comisión va a emitir deberían ser obligatorios para los países en los que se haya observado un número sustancial de casos antidumping antes de la entrada en vigor del nuevo Reglamento. Asimismo, el Comité Económico y Social Europeo desea que la carga de la prueba esté claramente definida y que no se pueda transferir desde los exportadores a la industria europea o a la Comisión. Se pide a la Comisión que garantice la seguridad jurídica del nuevo Reglamento y que construya una justificación sólida para la compatibilidad del nuevo sistema con las normas de la OMC. El CESE destaca que el procedimiento de denuncia antidumping debe ser más accesible para las empresas europeas y en particular para las PYME.