Isterria, 50 años de innovación social

Publicado el por NAVARRA CAPITAL (autor)

 (photo: YVL)

El centro de Ibero celebra su cincuenta aniversario en una gala en el Museo Universidad de Navarra con sus más de 100 alumnos, sus cerca de 60 profesores, familiares, patronos, amigos y autoridades.

 

Soraya tiene 18 años, es de Mendigorría y nos cuenta, antes de entrar al auditorio para la Gran Gala, que los lunes por la mañana coge el autobús a las 7 y media de la mañana y va a Isterria hasta el viernes a las 5 de la tarde: “Allí vivo en una de las casitas con más chicas: Naira, Izaskun, Irene, que es ciega, Victoria…” Aprenden a convivir y a ser autónomas: Nos ordenamos todo, limpiamos y hacemos nuestra cama”. Hace 50 años, las personas con discapacidad psíquica vivían encerradas en sus casas, porque nadie entendía que eran personas como las demás.

A Soraya le gusta la informática, de hecho, se está preparando: “Voy a PCPIE Administración y Gestión, porque me gusta mucho trabajar con los ordenadores”. También disfruta “recortando y plastificando” los cuadernos que hacen en Isterria e incluso ha hecho de periodista en un programa de radio que graban en el colegio. Hace 50 años, a los niños con discapacidad no se les enseñaba nada, porque la sociedad creía que eran incapaces de aprender.

Marian es la madre de Soraya, confiesa que es muy tímida y su hija, cuando estaba en el pueblo, también: “Porque aunque iba al colegio público y estaba integrada, ella no podía aprender al mismo ritmo que el resto, se quedaba atrás y no tenía amigos. Pero desde que llegó a Isterria…” Y se le iluminan los ojos: Fue un cambio radical. Es mucho más autónoma, trabajadora, sabe hacer muchas cosas, pone interés y, cuando sale a la calle, tiene que ver con todo el mundo, habla con los mayores, con los niños… En este centro hacen por ella más de lo que nosotros podemos hacer como familia y le han dado muchos recursos. Isterria es más importante de lo que sé expresar con palabras”.

La madre de un niño con discapacidad, hace 50 años, tuvo que escuchar en una tienda “No le vamos a atender, por atreverse a salir de casa con eso”. “Eso”, era su hijo. De hecho, cuando comenzó a fraguarse Isterria, cuentan que los primeros responsables tuvieron que ir casa por casa a registrar a las personas que había con discapacidad y las necesidades que pudieran tener: “Algunas situaciones que se encontraron fueron dantescas”, confiesa uno de los profesores actuales.

INNOVACIÓN DE VERDAD

Pues eso es lo que ha cambiado Isterria en el mundo de la discapacidad intelectual, desde el primer momento, apostó porque estos chicos y chicas fueran unas personas más en la sociedad, que aprendieran, fueran lo más autónomos posibles y salieran a la calle. A veces, pensamos que la mejor innovación es construir una máquina especial, un robot o lograr el mejor producto, pero innovar es cambiar la vida de las personas para mejor y, en eso, Isterria va a la cabeza, de hecho, es uno de los centros referencia a nivel nacional.

Hace 50 años, las personas con discapacidad intelectual no podían ni salir a la calle.

Hoy, las personas con discapacidad intelectual tienen rostro, tienen nombre y tienen palabras: “Hemos aprendido a mirar a nuestros hijos de otra manera y hemos enseñado a la sociedad a mirarlos de diferente forma, dice una madre que, se emociona al pensar lo que Isterria a significado en sus vidas: “Todo”.

Javier y José Andrés son profesores en Isterria desde hace casi 30 años y hablan de su trabajo como algo muy normal, y es lógico, pues es su día a día, pero el resultado es, para las familias, lo mejor que les ha pasado en sus vidas. Insisten en la diferencia de hace 50 años a ahora, pero incluso dentro del propio colegio: “La innovación es continua, cada día tenemos muchos más recursos que nos ayudan y facilitan el trabajo, el mismo centro se va modernizando y así debe seguir, porque todavía queda mucho por descubrir y mejorar”.

GALA 50 ANIVERSARIO

Y ese todo que es Isterria se plasmó en la Gala 50 Aniversario cuyo mejor resumen es el agradecimiento de Javier Fernández, director general de Fundación Caja Navarra“Gracias Marta, por ser como eres. Gracias Daniel, Alejandro, Alex, Migueltxo, Alicia, Maialen, Nerea, Íñigo, Miguel… Os citaría a todos uno a uno”, porque son los verdaderos protagonistas de este proyecto que se inicio hace ya medio siglo.

Joaquín Giraldez, presidente de la Fundación Caja Navarra, la que desde sus inicios, aunque con otro nombre, ha hecho posible Isterria, también habló a los cientos de asistentes y recordó lo que supuso el inicio de este centro: Un cambio de mirada sobre las personas con discapacidad. Pero no se quedaron allí, porque “se sigue trabajando la mejora continua, prueba de ello es la próxima inauguración de un nuevo colegio en el mismo centro”, donde se va a contar con las últimas novedades en tecnología y estará totalmente adaptado. El presidente agradeció especialmente a todos los Gobiernos de Navarra que “independientemente de su color político, siempre han apostado por Isterria”.

Precisamente, la presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, que estuvo presente en toda la gala, recordó en su intervención que para eso estaba su gobierno, para atender a sus necesidades. Agradeció en nombre de toda la sociedad navarra lo que hacen “promocionando una educación integrada y de calidad, en un centro que sigue su andadura y que se encuentra en un proceso de ampliación”. También tuvo palabras muy cariñosas con los jóvenes, con las familias y con todos los que conforman el centro. Una gala conducida de forma inmejorable por el Mago More que hizo vibrar a los asistentes, reír, disfrutar y aplaudir; tanto, como lo hicieron los alumnos de Isterria con sus vídeos y actuaciones en los que demostraron todo lo que son capaces de conseguir.

Entre los cientos de asistentes, más autoridades como la delegada del Gobierno, Carmen Alba; el vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra; el presidente de UPN, Javier Esparza; varios parlamentarios, los patronos que sustentan la Fundación CN que hace posible Isterria y la directora territorial de CaixaBank, Ana Díez Fontana.

EL OASIS DE IBERO

Isterria es un Colegio de Educación Especial, que cuenta también con un Centro Ocupacional para los mayores y, lo más importante, una residencia donde la mitad de los chavales viven de lunes a viernes aprendiendo a ser cada día más autónomos.

Situado a 16 kilómetros de Pamplona, en la localidad de Ibero, los chicos y familiares hablan de Isterria como de un oasis en medio de este mundo, pues los más de 100 alumnos disfrutan de las aulas de Educación Básica Obligatoria, PCPIE y TVA, talleres de formación pre-laboral, casas hogar, pistas polideportivas, gimnasio y sala de psicomotricidad, piscina terapéutica, invernadero, jardines, parque de columpios y un amplio conjunto de servicios generales con cocina, lavandería y comedores.

La misión de todos los profesionales que conforman Isterria no es otra que mejorar la vida de las personas con discapacidad. Pero la realidad es que, cuando en una familia nace un niño con discapacidad, el horizonte se ve oscuro y es todo un proceso en el que quienes sustentan este centro se meten de lleno a acompañar a las familias, mostrándoles que sus hijos tienen un futuro por delante y muchas posibilidades de integrarse de algún modo en la sociedad, cada uno con sus diferencias y con sus capacidades, pero pudiendo llegar a ser parte de esta sociedad. No como ocurría hace 50 años.

FUTURO CENTRO DE TRABAJO

Isterria continúa innovándose, cada día, a cada paso que da. Precisamente, este año va a inaugurar, además del nuevo colegio que amplía el centro de Ibero, otro centro para aquellos niños que no pueden integrarse en los Centros Especiales de Empleo, será un lugar, en Pamplona, donde las personas con discapacidad intelectual, con un perfil más asistencial, que tienen habilidades pero no las suficientes como para ir a un centro ocupacional, tengan otra opción para seguir formándose. Lo que demuestra que Isterria quiere seguir, al menos 50 años más a la cabeza de innovación social.

 

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