“Es un camino larguísimo ser colaborador de la NASA”

Publicado el por SPRI (autor)

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Miguel Ángel Carrera, socio-fundador de Added Value Solutions (AVS), empresa participante en el proyecto de una nave para Marte

Uno de los artefactos que la NASA ha puesto en órbita contiene componentes Made in Basque Country. De hecho, el vehículo “curiosity”, propiedad de la citada agencia americana, circula por Marte para conocer los misterios del planeta rojo. La vida útil de este vehículo toca a su fin y se va a enviar otro modelo para continuar con esa misión. Ahí entra en acción AVS, empresa vasca fundada en Elgoibar hace diez años y que emplea a medio centenar de profesionales.

AVS centra su negocio en la ciencia y el espacio. Trabaja junto a la NASA en el desarrollo de dos nuevos dispositivos que formarán parte del nuevo “curiosity” para medir el viento que puede haber en Marte y para desarrollar un láser que pueda calibrar la geología de las rocas que se pueda encontrar a su paso en 2020. Cosas complicadas que se mueven en ambientes complejos, esa es la filosofía de esta firma tecnológica vasca al servicio de la conquista del espacio.

¿Cuánto se tarda en llegar a Marte?

Para la misión de la que estamos hablando, en torno a un año, aproximadamente.

¿Durante ese año se tiene noticias del artefacto?

No. Después del lanzamiento tienes un año de espera y luego llega lo crítico, que es el aterrizaje en Marte. Y ver que todo responde como tiene que responder.

El nuevo artefacto que se va a enviar cuenta con diez instrumentos y dos los va a desarrollar AVS.

La NASA planteó una misión y básicamente lo que dice es que va a poner una plataforma en Marte. Entonces todos los científicos pelearon por un hueco en esta plataforma. Dentro de esa competición ganaron diez instrumentos de entre muchos. Ocho son científicos y dos para exploración. AVS participa en una instrumento de exploración y en otro científico. Si caracterizamos bien la atmósfera de Marte (densidad, composición y demás) a la hora de llevar personas habrá bastante información para diseñar las naves que aterricen allí. Y si caracterizas bien la meteorología (temperatura, viento, humedad…) ya tendrás más información de cara a las estancias.

El instrumento científico en el que participa AVS es un láser. Lo que hace es disparar con un láser a distancia a las rocas y determina la composición de las mismas. Busca estudiar cómo se formó Marte y cómo ha ido evolucionando.

¿Cómo se hace uno colaborador de la NASA?

Es un camino larguísimo. Nosotros para llegar a ello hemos ido dando pasos incrementales y haciendo proyectos más complicados de manera que hemos conseguido llamar su atención y caer en su radar. Da igual que llames, te tienen que llamar ellos. Han sido diez años trabajando de manera continuada para intentar hacernos visible.

¿Cómo es vuestra relación con la NASA?

Entregaremos el equipo de vuelo a mediados de 2018. Desde hace mas de un año trabajando con ellos. Cada dos días tenemos una teleconferencia y cada tres meses tenemos una visita presencia. No te puedes desviar nada. Hay mucho control.

¿Cómo pagan?

Hay una serie de hitos establecidos en el tiempo. Una vez superas cada uno de ellos se liberan los pagos. Es otra liga. Nos ponen al día. Exigen como el que más.

¿Todo esto donde lo testáis? ¿Tenéis una sala especial?

Vamos a hacer un mecanismo que se despliega. Eso quiere decir que tiene que estar mucho tiempo plegado y cuando llegue a Marte desplegarse y estar así mucho tiempo. Eso conlleva una dificultad añadida.

Para ello tenemos que hacer pruebas simulando el viaje plegado con el rango de temperatura correspondiente y luego desplegado con los rangos de temperatura del invierno y verano marcianos.

En casa diseñamos, fabricamos y montamos. Esta última fase es crítica porque ya no solo tiene que funcionar, sobrevivir a las vibraciones, a la llegada, etc., sino que tiene que tiene que tener un control de calidad y limpieza mucho más exigente para no llevar allí nada de aquí.