Es frecuente encontrarnos últimamente con multitud de noticas, recortes y artículos referentes al “Blockchain” que, junto con el bitcoin o criptomoneda, son palabras que se van incorporando en los últimos tiempos a nuestro lenguaje.

Pero ¿qué es exactamente el Blockchain o Cadena de Bloques?
En realidad no es un concepto fácil de comprender, puesto que el Blockchain une diferentes tecnologías como el ‘P2P’, el registro distribuido, el sellado de tiempo o la criptografía. Todas ellas combinadas, hacen posible que los dispositivos electrónicos tales como ordenadores, tablets,..  puedan gestionar su información compartiendo un registro que está distribuido y sincronizado entre ellos.

Hasta ahora, tan sólo existían bases de datos centralizadas en las que el gestor era un único servidor o propietario. Sin embargo, en las redes Blockchain, la base de datos se distribuye a través de diversos ordenadores iguales en importancia. Todos ellos tienen la misma información y ésta no puede ser alterada sin la conformidad del resto de ordenadores.

Y, ¿para qué sirve este lío de bloques? Para eliminar al intermediario. Así por ejemplo, si necesitamos un ingeniero de páginas web, buscamos en la Blockchain al profesional que más nos conviene a través de filtros tales como precio, cercanía geográfica o disponibilidad. La comunicación entre las partes es privada pero libre; pueden intercambiarse si lo desean el correo o el teléfono, pero si ambas partes cierran el contrato, formalizan lo que se llama contrato inteligente (smart contract). El contrato así cerrado a través de la “cadena de bloques” garantiza que las partes no puedan alterar las condiciones del mismo, garantizando asimismo una serie de propiedades tales como la integridad, el anonimato, la no revocación y la trazabilidad de las anotaciones realizadas.

Así la parte contratante vendrá obligada a pagar por adelantado la cantidad acordada, que quedará almacenada en una cuenta neutral que será liberada en cuestión de segundos una vez entregado el trabajo, en la cuenta del prestador de servicios, ofreciendo así la garantía de pago nada más entregar el trabajo.

Las repercusiones de este tipo de tecnología tendrán repercusiones en sectores en los que haya intermediarios que se limiten a consignar hechos, puesto que permitirá a personas que quieren colaborar hacerlo sin depender de un tercero.

La aplicación práctica de esta tecnología está aún por venir, pero las grandes empresas españolas (Telefónica, Santander, BBVA, Repsol, Garrigues o Gas Natural) han creado una gran red llamada Alastria basada en esta tecnología.

La extensión de este tipo de tecnología hará aumentar los problemas relacionados con ella, tales como estafas robo de criptomonedas, y por lo tanto el sistema jurídico debe prepararse (legislación, abogados y juzgados) para tratar de resolver todos los problemas que esta nueva tecnología traerá consigo.

Para comenzar, la Comisión Europea ha empezado a estudiar las leyes sobre robótica convirtiendo al Parlamento Europeo en la primera institución que comienza a legislar sobre inteligencia artificial. El derecho de las nuevas tecnologías comienza a avanzar.

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