2013, Año Europeo de la Ciudadanía Emprendedora

Publicado el por N.B. / EL MUNDO EMPRESARIAL (autor)

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Los "Años Europeos" son organizados por el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea, a propuesta de la Comisión Europea. El concepto consiste en dedicar todo un año a un tema de importancia para la UE, llamando la atención de los gobiernos sobre esta cuestión.

Así, desde 1987 hemos dedicado años a cuestiones varias como el Medio Ambiente, el Cine y la Televisión, el Turismo, la Salud en diferentes facetas, la Alimentación, las Lenguas, la Lucha contra laPobreza y la Exclusión Social, el Racismo, la Xenofobia, la Violencia contra las Mujeres, la Democracia Local y Regional, la Movilidad de los Trabajadores... hasta un total de 22 nobles materias que, pese a haber sido abordadas con un marcado carácter sensibilizador, escasos o nulos han sido objetivamente los resultados conseguidos.

El incertidumbroso próximo año, se cumplirán dos décadas desde la creación de la ciudadanía de la UE en virtud del Tratado de Maastricht. Para celebrarlo, entre otras iniciativas, la Comisión Europea ha propuesto que se declare 2013 como el “Año Europeo de los Ciudadanos”, situándonos en su centro de atención.

La verdad es que no nos queda muy claro qué es esto de la ciudadanía y qué tipo de acciones concretas van a llevar a cabo las euroinstituciones para, además de celebrar lo europeos y ciudadanos que somos, mejorar si cabe nuestro presente y, especialmente, nuestro futuro.

Que Europa celebre la ciudadanía, nos parece que será algo así como la vaca mirando al tren; una mirada al horizonte, un hecho que pasa y no nos pertenece, una mezcla de perplejidad con desinterés, una iniciativa más que ni nos va ni nos viene, que no se concreta en nada y que, por lo tanto, nada aportará en nuestro beneficio.

La ciudadanía está compuesta por el conjunto de ciudadanas y ciudadanos, incluyéndose todo tipo de personas y personajes que sólo por pertenecer a un entorno lo son, con independencia de que se puedan dedicar a pasar de todo, vivir del cuento, ver la tele todo el día, robar a los pobres o fastidiar al prójimo.

Y ser europeo, suponemos que no consiste únicamente en disponer de un pasaporte que lo atestigüe, sino en conocer y sentir con cierta naturalidad que perteneces a un pueblo con el que tienes raíces, compartes proyecto, te unen valores; más allá incluso de otros elementos sociales, culturales, lingüísticos, políticos o económicos.

En esta parte del mundo, nos tememos que el traje europeo les queda a muchos como a Jesucristo un par de pistolas.

Y, lo de la ciudadanía, pues mira; a muchas personas se les hará raro que un mismo término reúna a buenos y malos, trabajadores y vagos, banqueros y parados, taurinos y ecologistas...

Cuando el 1 de enero se ice la bandera estelada en Bruselas, Europa debería dedicar 2013 sólo a una parte de la ciudadanía: a aquella que siembra semillas de futuro y dedica su talento, energía y pasión a hacerlo crecer fuerte, responsable y sano. Hablamos de la Ciudadanía Emprendedora, la que toma el pulso de la realidad y transforma su sociedad, la que afronta riesgos y genera empleo,  la que crea sueños,  construye soluciones, la que navegando entre adversidades, procura el bienestar para su entorno y hace verdad la palabra FUTURO.

2013 será el año en que las personas emprendedoras tengan la misión de comenzar a sacar este continente adelante porque, quienes tienen el mandato de hacerlo, ya han demostrado que su apoyo se dirige a resolver los marrones de la banca y a favorecer los intereses de los lobbies, la clase política y las grandes empresas, no de la ciudadanía.

Los dineros europeos llegarán para sanear el pasado bancario, pero no el futuro empresarial; pagarán las excesivas nóminas de muchos directivos, pero no financiarán el talento emprendedor. Por ello, de nuestras instituciones más cercanas, esperamos ver favorecer el emprendimiento de forma prioritaria, promoviendo actuaciones concretas que ayuden a nacer, crecer, consolidar y proyectar negocios.

Así, enhorabuena a algunos Territorios Inteligentes y Administraciones Públicas de Euskadi, Aragón, Burgos, Asturias, Navarra, Catalunya o Madrid. Y, tirón de orejas a las regiones que corren el riesgo de dejar escapar el Tren del Emprendizaje.