Quiero mejorar mi página web: estupendo ... pero ¿para qué?

Publicado el por N.B // RICARDO ADRIÁN (autor)

En el pasado evento “Emprende-2012” se me acerca un empresario, autónomo, un tipo fajado en las lides de su negocio y me pregunta: ¿como cuánto me costaría una página web como esta?... y me enseña una web en la pantalla de su portátil.

¿Qué hacer ante esta pregunta a bocajarro? ¿Debiera de tener un precio de referencia en mi mente y decirle “pues unos 1.000 €” ? Pienso que además de ser muy poco profesional, le estaría mintiendo, y se que muchos sabéis el porqué.

De entrada no conozco su sector, y aunque lo conociera desconozco qué pretende este empresario: ¿sólo quiere renovar su web porque ve que la competencia tiene una web más vistosa, con mejor diseño, y la suya está anticuada?, ¿o quiere atraer y captar nuevos potenciales clientes a través de la nueva web? Pues sí, este punto es crucial.

Invertir en una web, un nuevo diseño, o rediseño del logo y del estilo, sólo para dar “una mejor imagen” es quedarse muy corto y no comprender el potencial de una web orientada a generar negocio.

El proyecto de una web se basa en un plan de negocio concreto, y debe permitir obtener un ROI (retorno de la inversión), que puede ser medido de varias formas en función del objetivo a conseguir con nuestra nueva web.

Luego el objetivo a lograr es lo primero: ¿que quiero conseguir? En nuestro caso no era vender directamente un producto o servicio, sino conseguir más clientes: que su público objetivo le encuentre en las búsquedas en google, “aterrice” en su web, y que no se marche, que enganche con lo que ofrece y quede gratamente atraído por lo que se le muestra... y que contacte por email o teléfono o skype... pues esto es parte fundamental de nuestro objetivo

Si nuestra web no consigue atraer potenciales clientes, es decir, que contacten realmente con nosotros, la web falla en un punto fundamental: generar negocio, y no habrá ROI, y servirá para muy poco el esfuerzo económico, y se fustrarán las esperanzas que hemos puesto en la nueva web.

Desde mi experiencia os propongo una ideas para conseguir que nuestra nueva web consiga el objetivo deseado: generar negocio, además de mejorar nuestra “marca” y la reputación de nuestra empresa.                                                                                                 

    Comenzar por el SEO: ¿qué?... sí, lo primero es conocer cómo se está buscando nuestro producto-servicio en Internet: qué palabras clave son las más buscadas y qué estrategia vamos a seguir para “posicionar” nuestra web en los primeros puestos de los resultados de las búsquedas. Esto implica muchas cosas... Se que este tema da para mucho, no puedo ahondar aquí, pero un dato para novatos... el SEO se construye día a día: no se trata de pagar y ya está.

    ¿Qué transmite la portada de nuestra web? El visitante que “aterriza” en nuestra web debe de hacerse a la idea de lo que ofrecemos, ya sea producto o servicio de una manera clara e intuitiva: si su subconsciente no “entiende”  nuestra web se irá, y no creo que vuelva: no tendremos una “segundaoportunidad”.

    Luego el diseño, el logo, el estilo de nuestra web y cómo presentamos nuestros productos-servicios va a ser clave para atraer al potencial cliente, y que “pinche” en algo que le interese. La web es visual, el diseño debe estar orientado a la usabilidad y a conseguir la mejor experiencia al usuario: alimentar de ideas-fuerza visuales al subconsciente del visitante para atraer su atención y que “consuma” el contenido de la web.

    Pregunta: ¿cuánto valoramos el esfuerzo de diseño de una web orientada a negocio? ¿cuánto % del presupuesto le asignamos a este punto: diseño+usabilidad?

    Si el usuario (potencial cliente), busca un producto-servicio como el nuestro, ¿cómo consigo convencerle de que nosotros tenemos lo que está buscando, y que vale la pena que contacte con nosotros? ¿cómo genero esa confianza hacia lo que ofrezco en mi web?

    Se trata de ponerse en el lugar del usuario y en cómo recorrerá nuestra web, paso a paso, hasta que pulse el botón de “me gusta”, es decir: que nos llama directamente porque hemos conseguido “convencerle” o rellene un formulario con su email y nº de teléfono y nos lo envíe... (porque a lo mejor es sábado cuando está dentro de nuestra web y toma la decisión)

    Recorrer una web es como seguir una historia visual, (por ejemplo un cómic). Pensemos en cómo guiaremos a los usuarios por nuestra web: dónde queremos que haga clic. No basta con tener un menú claro y “vistoso” y un buen texto descriptivo unido a una “buena” foto.

    Idea clave: estudiar la usabilidad, hacernos un esquema de cómo usará-recorrerá nuestra web el usuario. ¿Conseguiremos que se interese y llegue a la página descriptiva de nuestro producto-servicio? ¿Pulsará el botón de “contacto”?

    Al usuario ¿le queda claro el valor añadido de nuestro producto-servicio respecto al de nuestra competencia? No estamos en persona para explicárselo: su subconsciente lo captará en base a lo que le mostremos en nuestra web. Podemos poner en primer plano el precio, o la calidad de nuestros acabados, o las garantías ofrecidas y los certificados obtenidos, pero lo mejor será que pueda ver ejemplos concretos de nuestros productos-proyectos, y le mostremos testimonios creíbles de clientes satisfechos. Aquí tenemos otro punto clave: generar confianza.

    Una infografía, un esquema visual, convence en segundos, tiempo que no podemos desperdiciar. Luego la mejor forma de presentar la información de nuestro producto y servicio es la visual: imagen unida a una idéa-fuerza y que le lleve al usuario a comprender lo que queremos transmitirle de un vistazo.

    En este punto el diseño infográfico es clave: una esquema visual, una animación clara y breve, o un vídeo corto pero con gancho, marcará la diferencia.

    Y por último volvemos al ROI. ¿cómo medirlo? Con estadísticas de por dónde llegan los visitantes, cómo nos encuentran mediante los buscadores, en qué página aterrizan y qué páginas visitan a continuación y en qué página se dieron a la fuga. Al final estamos analizando no sólo para saber, sino para corregir lo que no funciona, las páginas que no enganchan, descubrir el porqué no pinchan el botón de contacto.

    Las estadísticas son sencillas de obtener, pero el analizarlas para sacar conclusiones de mejora de negocio, requiere tiempo y esfuerzo. Concreta que parte del presupuesto vas a invertir, dos veces al mes, en un informe estadístico que te ayude a tener la sartén por el mango, y tomar medidas a tiempo.

 

Ricardo Adrián es consultor IT y dirige proyectos de webs orientadas a negocio.

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ricardo.adrian@bteq.es