OPINIÓN: ¿Consultor o Coach?

Publicado el por N.B. / Santiago Torre (autor)

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“Mire tengo un problema, a ver si se le ocurre como resolverlo …”

Esta frase la oyen muy a menudo consultores y también coaches, expresado de esto modo manifiesto o de forma latente.

¿Sabes cómo diferenciar si quien tienes es un consultor o un coach, independientemente de lo que él diga que hace?.

Quien se comporta como un consultor tenderá a dar una solución al mismo –le pagan por soluciones y cuanto mejor sea esta, más cobrará-; quien se comporta como un coach tenderá a hacerte hablar, a escucharte, a preguntarte inteligentemente para averiguar si realmente estás dispuesto o preparado para enfrentarte al mismo; es consciente de que la única forma de que ese problema desaparezca para siempre es atajarlo de raíz.

Un buen coach de negocios es consciente de una serie de puntos

a)     La buena noticia es que todo problema de negocios tiene una solución; la mala es que esa solución tiene un precio y el mismo es múltiple. Lo primero que hay que definir correctamente es el problema y el precio a pagar y para ello hay que preguntar, reflexionar, contestar, repreguntar, reflexionar, contestar … una vez esto realizado las preguntas son

  • ¿Estás dispuesto a pagar el precio económico de la solución?
  • ¿Estás dispuesto a pagar el precio personal de la solución?
  • ¿Estás dispuesto a pagar el precio social / institucional de la solución?

b)    Antes de ir mejor, las cosas tienen que ir peor. Es más sencillo reformar una compañía con problemas que una con rendimiento mediocre. Tenemos que identificar donde están los rendimientos brillantes y donde los mediocres, ¿para qué? Para hacerlos palpables y crear un punto de ruptura que nos permita construir desde él. Tenemos que hacer ver el destino a las personas implicadas, “enseñarles al niño, no contarles los dolores del parto”; tenemos que hacerles sentir la necesidad del cambio, la mera información no mueve a la mejora, de otro modo no habría nadie en España que fumara, ¿no?. El coach hará sentir la necesidad del cambio y conseguirá que las personas implicadas quieran hacerlo, transmitirá la visión.

c)     Sólo se aprende haciendo. A través de formación del modo que queramos, libros, videos, seminarios, cursos reglados … sólo estamos transmitiendo información, ya hemos visto antes que esta por sí misma no mueve al cambio, tenemos que allanar el camino, tenemos que conseguir que se haga. Un consultor pondrá un parche o implantará un sistema y dirá “ves, ya está solucionado”, pero no es así, volverá a aparecer de un modo u otro. El coach hará que hagas y aprendas para que cuando se vuelva a reproducir tengas herramientas para la resolución de ese u otro problema.

Cada problema tiene una solución, a veces es más adecuada la del consultor, otras la del coach. Una buena pista para saber cual es más adecuado sería preguntarte, ¿esto es cuestión de una única vez?. Si así fuera (p.e. salida a bolsa, implantación de una ISO, de un programa informático, de un nuevo modelo productivo específico para tu sector, …) te recomendaría que contrates un consultor especialista en ello; si por el contrario es un problema que se va a dar más a menudo, incide sobre comportamientos repetitivos, sobre evolución y desarrollo profesional, sobre cambio de modos de hacer, sobre puesta en práctica de conocimientos … debes orientarte por un coach de negocios.

Un último apunte, no todo el que se dice coach lo es, no todo el que se dice coach de negocios, lo es, pregunta por experiencias, formación y certificaciones, te dará mayores probabilidades de acierto.

Santiago Torre

Coach de Negocios – Vicepresidente de AICEN (Asociación Internacional de Coaching Empresarial y de Negocios)

santiagotorre@impulsocoach.com