Fondos de inversión y productos de renta fija directa, alternativas de inversión a los depósitos bancarios

Publicado el por Blanca Grau (autor)

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  • SLM-AFI propone opciones alternativas para el ahorro frente al recorte de la rentabilidad que ofrecen los depósitos bancarios: fondos de inversión y productos de renta fija directa como bonos, pagarés, obligaciones y letras del tesoro
  • Los fondepósitos también constituyen una buena alternativa, ya que son fondos de inversión que destinan al menos el 50% de su patrimonio a depósitos bancarios a corto plazo y tratan de diversificar la inversión

El pasado mes de enero, el Banco de España emitió una recomendación de obligado cumplimiento que consiste en limitar la rentabilidad de los depósitos bancarios. SLM-AFI propone varias opciones de ahorro como alternativa al recorte de rentabilidad de los depósitos bancarios que recaen en los fondos de inversión y los productos de renta fija directa como bonos, pagarés, obligaciones y letras del tesoro.

Esta nueva situación tiene mucha similitud con la anterior ley Salgado, que también limitaba la rentabilidad de los depósitos. Su objetivo era finalizar con la guerra de pasivos e incrementar las aportaciones al Fondo de Garantía por parte de las entidades que no la cumplieran. Sin embargo, lejos de cumplirse, los inversores colocaban sus ahorros en otros productos bancarios como pagarés o bonos. En esta ocasión, los límites afectan a todos los productos bancarios.

Entonces, ¿por qué se vuelven a crear estos límites vista la experiencia anterior? La situación financiera española no atraviesa su mejor momento, muchas entidades financieras obtienen resultados negativos y han acudido a los fondos del rescate europeo. Con ello, se han creado nuevas obligaciones provenientes de  Europa. Además de lograr cumplir con estas obligaciones se debe conseguir que las entidades vuelvan a presentar beneficios.

Pero realmente, ¿Cómo afecta a los particulares? Simón Pérez Golarons, Director de Análisis de SLM-AFI y autor del libro Defiende tu dinero, señala que “la inversión actual en depósitos castiga al ahorro. El 1,75% de interés no logra batir a la inflación, con lo que se perdería capacidad de poder adquisitivo, nuestra rentabilidad real sería negativa”. La limitación solo afecta a pequeños ahorradores ya que los grandes inversores e Instituciones de Inversión Colectiva (fondos de inversión) sí que pueden seguir realizando depósitos con los tipos del 2012. Con este nuevo escenario, se deben buscar alternativas con las que se pueda batir la inflación sin tener que aumentar necesariamente el riesgo.

Alternativas a los depósitos bancarios

En 2012, el contexto económico denotaba un pánico generalizado, miedo a un posible corralito o a una suspensión de pagos del Estado. Las recomendaciones de SLM-AFI eran diversificar el patrimonio que se encontraba invertido en depósitos en productos fuera del balance de una entidad financiera para diversificar y, así, reducir el riesgo de los  ahorros.

Actualmente, parece que la tensión económica se ha reducido y las entidades con más problemas han sido rescatadas y el temor a la quiebra de España ha desaparecido prácticamente. La recomendación de SLM-AFI sigue siendo diversificar el patrimonio en los depósitos pero con el objetivo de poder lograr una rentabilidad entre un 3% y un 4% y de esta forma superar la inflación (prácticamente a un 3% a cierre de 2012) y no perder poder adquisitivo. “Con un rendimiento del 1,75%, al cabo de un año somos más pobres, podemos comprar y adquirir menos productos”, señala Simón Pérez Golarons.

Las alternativas que propone SLM-AFI para el ahorro son los fondos de inversión y los productos de renta fija directa como bonos, pagarés, obligaciones y letras del tesoro. “Eso sí, los fondos de inversión deben ser de renta fija para que realmente se asemejen a la tipología de producto que es un depósito”, añade el Director de Análisis de la empresa.

Los fondepósitos también son una buena alternativa ante la limitación, ya que son fondos de inversión que destinan al menos el 50% de su patrimonio a depósitos bancarios a corto plazo y tratan de diversificar la inversión: la exposición a los depósitos debe estar repartida entre al menos cinco entidades distintas. Además, al ser un vehículo institucional no les afecta la decisión del Banco de España.

¿Esto implica necesariamente aumentar el riesgo del ahorro? Depende.

Realizar un depósito significa prestarle dinero a una empresa del sector financiero e invertir en bonos es prestarle dinero a una empresa de cualquier sector. El riesgo de la inversión de un bono se puede evaluar mirando el rating del emisor. El rating de las entidades financieras españolas se sitúa principalmente en BBB. Existen muchas otras empresas españolas o europeas con el mismo rating o superior, esto significa que invertir en un bono de una de estas entidades no implica aumentar el riesgo. Se pueden encontrar bonos o pagarés de multitud de empresas, desde los propios bancos hasta empresas como Telefónica, Abertis o Gas Natural.

Los fondos de inversión son Instituciones de Inversión Colectiva que reúnen el capital de inversores particulares e institucionales y gestionan las inversiones por ellos. Existen de toda clase de categorías y riesgo. Se pueden encontrar desde fondos que invierten en activos monetarios con un riesgo muy bajo hasta fondos que invierten en títulos de Renta Variable de economías emergentes con un riesgo altísimo. Entre medio existen fondos con carteras de depósitos, fondos con carteras de títulos de deuda pública o fondos con acciones de empresas del IBEX 35, entre muchísimas otras posibilidades. 

Tampoco implica aumentar el riesgo ahorrar a través de fondos si se evitan los que invierten en renta variable, ya que los productos donde se invierte el capital puede ser igual o más seguro que los depósitos. También debemos recordar que la inversión en fondos ofrece una enorme ventaja fiscal para los particulares. Simón Pérez Golarons indica que “hay ejemplos de fondos de inversión muy parecidos a los depósitos como pueden ser los fondepósitos o bien los fondos de inversión garantizados y productos de renta fija como puede ser un bono de BBVA a 3 años con una rentabilidad del 3.5%, para aquellas personas que se sientan seguras con parte de su patrimonio en el balance del banco”.