Corre el año 1940 y Nelson Riddle acaba de terminar su contrato como marino mercante. Enamorado siempre de la música es en ese momento cuando se incorpora como tercer trombón de una de las mejores orquestas de la época: La orquesta de Tommy Dorsey.

Allí toca por los siguientes once meses jata que decide ingresar al ejército. Es abril de 1945 y la segunda guerra mundial está por terminar, por lo que en junio de 1946 tras 15 meses de actividad es desmovilizado. Entonces decide viajar a Hollywood para dedicarse a la carrera de arreglista, trabajo de ha realizado en alguna ocasión siendo aún muy joven. El trabajo de Riddle posiblemente no se ve ni suena tanto como el de los cantantes, pero el arreglista es uno de los pilares más importantes y determinantes a la hora de lanzar a un nuevo cantante.

Su arreglo de Mona Lisa que lanzó a la fama a Nat King Cole aún sigue considerado como un trabajo impresionante por los grandes de la música de hoy. No solo estuvo detrás de Nat King Nicole, sino además de muchos artistas buenos de ese tiempo, se convierte en el apoyo principal de Frank Sinatra. Frank Sinatra es sin ninguna duda, como dice Pete Hamill, la voz de Estados Unidos del siglo XX. Pero quién sabe a dónde hubiera llegado Frank sin los arreglos y el sentimiento de Nelson decían en el medio.

“He Got The World On A String” fue la primera canción que Nelson Riddle preparó para Sinatra y se convirtió en número uno en ventas en muy pocas semanas. Era abril de 1953.

Cuando Paul escucha esta primera canción enloquece y lo deja marcado para siempre. Paul McCartney es sin duda el Nelson Riddle. Jhon Lennon escribía pero Paul le daba ese toque mágico a la música. De hecho Paul no quería hacer rock and roll sino escribir canciones para Sinatra. Riddle hacía que los artistas brillaran y él quedaba en segundo plano. Ese fue siempre el gran secreto de Riddle-

“Nelson fue inteligente porque puso la electricidad por encima de Frank. Lo puso camino arriba y le dio a Frank la sala de la planta baja de du voz para brillar, en lugar de construir grandes y exuberantes piezas, que estuvieran en el mismo registro de su voz”. Quincy Jones.

A veces el marketing se nota más que el producto y la gente se da cuenta. El trabajo del marketing es como el de Riddle: Hacer que brille el producto y que la música quede en otro plano.

Cuando Paul escuchó a Frank Sinatra por primera vez estaba escuchando su voz oscura, pero en realidad estaba encandilado por la luz de la voz musical de Nelson Riddle. La electricidad que ponía Riddle en los arreglos era lo que daba luz a las estrellas.

¿Quiere usted poner electricidad a sus productos para que brillen? Hablemos. Seguramente puedo hacerle un arreglo.

Peter Jordan