Agustín Solavera, director de Grupo Psicoac, reflexiona sobre los beneficios que aporta la técnica del shadowing no sólo para el aprendizaje de nuevos trabajadores sino también para un aprendizaje propio que nos lleve a conocer nuestras capacidades y carencias.

El Shadowing es un método por el cual se busca el aprendizaje y la experiencia práctica de las funciones y actividades de una empresa y de sus miembros. Generalmente se desarrolla cuando hay un nuevo empleado y consiste en que éste siga (shadow=sombra) durante un período de tiempo a uno de los responsables de la empresa para observar cómo es la rutina de la misma. Esto le permitirá conocer cuáles son las funciones que se realizan, la manera de realizarlas, cómo se relacionan entre sí los miembros del equipo, etc. Pero, además de las utilidades que tiene Shadowing para los nuevos trabajadores, también es bueno saber las utilidades que puede aportar a los responsables que llevan a cabo esta metodología.

¿No se trata, simplemente, de hacer su trabajo diario mientras son observados? Agustín Solavera, director de Grupo Psicoac, comenta que “tenemos una tendencia a cambiar nuestro comportamiento cuando pensamos que nos están evaluando u observando. Tener a una persona para la que creemos que debemos ser un ejemplo a seguir puede llevarnos a hacer las cosas con más minuciosidad y con un mayor esfuerzo”. 

Por ello, si bien el objetivo principal del Shadowing es conseguir un aprendizaje en el otro, lo cierto es que puede ayudar también a realizar una reflexión y un autoaprendizaje, ya que uno mismo puede evaluar si lo que hace durante ese tiempo es lo mismo que hace el resto de jornadas.

Filosofía socrática: “Conócete a ti mismo”

La búsqueda de las oportunidades y el desarrollo de las personas ha estado presente a lo largo de toda la historia de la humanidad, cada día y en todas las facetas de la vida. En general, el concepto de “conócete a ti mismo”, aforismo griego que se vincula a Sócrates, es una invitación autocrítica que implica descubrir la propia identidad, las virtudes, carencias y defectos, así como todo aquello que hacemos y no hacemos.

Agustín Solavera relaciona esta filosofía con la técnica del shadowing y alude a que “es una herramienta que nos ayudará en el desarrollo de las capacidades y de la gestión del propio talento”.

Una vez realizada esta mirada introspectiva, lo realmente útil será aceptar, si fuera necesario, un cambio de comportamiento, adaptándolo a nuestras responsabilidades como miembros de un equipo y procurando que sea lo más eficiente posible. De esta manera, concluye Solavera, “podremos llegar a tiempos más fructíferos, para nosotros mismos y para los demás”.