600 millones en ayudas estatales para la I+D+i

Publicado el por N.B. / SPRI (autor)

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Una jornada celebrada en el Parque Tecnológico de Álava explica las características de los programas de subvenciones del Ministerio de Economía y Competitividad. En el programa de colaboración pública-privada Euskadi es la tercera comunidad autónoma que más dinero obtiene, tras Madrid y Cataluña.

Las empresas y centros públicos vascos pueden optar a las ayudas estatales de casi 600 millones de euros que el Gobierno central tiene para proyectos de I+D+i. Una jornada celebrada en el Parque Tecnológico de Álava, organizada por el parque, la patronal alavesa SEA y el Grupo Adigest, ha informado sobe las características de los programas de ayuda del Ministerio de Economía y Competitividad del año 2016.

Las empresas y entidades públicas vascas suelen ser unos de los grandes beneficiarios de estas ayudas y, de hecho, en el programa de colaboración pública-privada Euskadi es la tercera comunidad autónoma que más dinero obtiene, tras Madrid y Cataluña.

Bárbara Fernández Revuelta, subdirectora de colaboración pública-privada del Ministerio de Economía y Competitividad, ha explicado que es necesario mejorar la posición en I+D, dado que “aunque hagamos mucha investigación esta no entra en el mercado. Queremos acercar esos dos mundos”. En este programa de colaboración pública-privada, el presupuesto para 2016 es de casi 600 millones de euros y los beneficiarios, según ha explicado, son variados: desde organismos públicos y universidades públicas o privadas hasta centros públicos y privados de I+D. “Deben tener definida en sus estatutos la I+D como actividad principal”.

Bárbara Fernández Revuelta ha explicado que las ayudas llegan, en el caso de las empresas, al 95% a través de préstamos con 10 años de amortización. “No siempre se exigen garantías salvo que el préstamo concedido al beneficiario supere los 200.000 euros o el millón de euros si el préstamo es al proyecto. Se financian gastos de personal, la amortización de aparatos y equipos y materiales directamente relacionados con el proyecto, patentes, asistencia técnica”.

El pasado año hubo 732 solicitudes y se aprobaron 299, con 221 millones de ayuda concedidas. “El 66% de los proyectos son de dos o tres participantes, son consorcios pequeños. El más beneficiario es el de salud, seguido de energía. El 62% de la ayuda va a empresas y entre ellas el 60% son pymes”.

Bárbara Alcocer, subdirectora general de Recursos Humanos para Investigación del Ministerio de Economía y Competitividad, ha explicado las ayudas a investigadores en I+D y ha advertido que su número en el sector privado es del 35% “cuando debería ser del 60%”. Ha destacado que en Euskadi el programa de ayudas Torres Quevedo, dirigido a la contratación de doctores, ha posibilitado subvenciones de más  de dos millones de euros, “casi el 7% del total, con proyectos de todo tipo: grafeno, open data, realidad aumentada, biogás”.

Juan Manuel Garrido, subdirector de fomento de la innovación empresarial del Ministerio de Economía, ha explicado los incentivos fiscales a la I+D, que ha destacado “son compatibles con otras formas de ayuda y no se requiere el éxito del proyecto”. También ha detallado cómo funcionan las bonificaciones a la Seguridad Social, que “son exclusivas para el investigador y tiene que tener dedicación exclusiva”.

Rakel Ferret, responsable de I+D+i de la empresa Zigor, dedicada a la electrónica de potencia, ha relatado el caso de éxito de su empresa en estos programas de ayuda. “Tenemos un ratio de aprobación de proyectos de la administración pública del 90%”, ha asegurado, aunque las subvenciones han supuesto como máximo en los últimos años el 25% del gasto anual de la empresa en I+D+i. “Hay que fomentar los modelos de colaboración; nosotros hemos pasado de ser muy endogámicos a colaborar con otros”.