Las siete tecnologías que Euskadi impulsa en la industria 4.0

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Una jornada del Grupo SPRI muestra el auge imparable de la aplicación de las TEICs en los procesos productivos

El Gobierno vasco ha identificado como las que tienen más futuro a la realidad aumentada, la  visión artificial, la robótica colaborativa, big data, fabricación aditiva, cloud computing y ciberseguridad

La industria 4.0 es una de las principales apuestas para impulsar la economía en Euskadi. Una jornada organizada por el Grupo SPRI (la agencia vasca de desarrollo empresarial dependiente del Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras) ha explicado los conceptos de la llamada cuarta revolución industrial y las principales tecnologías de referencia.

En la charla, celebrada en la Agencia de Desarrollo Local en Llodio, Jesús Lizarraga, de Mondragon Unibersitatea, ha definido la industria 4.0 como “la integración de las tecnologías de la electrónica, la información y las comunicaciones (TEICs) en los procesos productivos para mejorar la automatización y aportar inteligencia”. Es un concepto, ha añadido, que “se creó en Alemania y se ha adoptado en Europa”. Uno de los principales cambios en las empresas, con la industria 4.0, ha sido la interconexión entre la parte productiva y la de informática, que hasta ahora funcionaban de manera separada.

Lizarraga se ha referido a la iniciativa Basque Industry 4.0, puesta en marcha por el Gobierno, con el objetivo de impulsar estas tecnologías. “El Gobierno vasco ha identificado siete tecnologías que son las que más pueden aportar: realidad aumentada, visión artificial, robótica colaborativa, big data, fabricación aditiva, cloud computing y ciberseguridad”.

El ponente ha explicado, con ejemplos prácticos, cada una de estas tecnologías. Así, la realidad aumentada permite a un trabajador, a través de unas gafas especiales donde se proyectan las imágenes virtuales, el desmontaje de una pieza sin recurrir a un manual. O la visión artificial consigue, en tiempo real y en la línea misma de fabricación, detectar fallos en las pastillas de una farmacéutica o sacar todas las mediciones de una pieza completa en una fábrica.

Lizarraga ha mostrado casos del uso de la robótica colaborativa (cuando los robots trabajan codo con codo con las personas en una factoría), con la manipulación de piezas pesadas o el ejemplo de Toyota, donde los robots colaboran en el montaje de los coches al lado de los operarios.

 

Las grandes opciones del Big Data

El Big Data, otra de las tecnologías que despegan, es “la capacidad de analizar y manipular grandes cantidades de datos para tomar decisiones mejores”. El ponente ha explicado la experiencia que desarrolló Telefónica en Madrid con los turistas. A través de los móviles, se pudo determinar “lo que hacían durante el día, los sitios que visitaron, en qué horas y esa información es muy importante para la oferta turística.”. Ha revelado que Euskaltel, en el último derby futbolístico entre la Real y el Athletic en San Sebastián, analizó los lugares en los que se iban concentrando los aficionados a lo largo del día.

En la industria, el Big Data se emplea, por ejemplo, para el mantenimiento de los sensores de temperatura en un horno de colada. Una labor clave ya que, sin esta tecnología, obliga a hacer paradas en la producción para sustituir los sensores, con las consiguientes pérdidas de dinero y tiempo. El Big Data permite analizar los datos de cada sensor y “llegaron a un nivel de precisión que, según el tipo de fabricante y las temperaturas a las que se había trabajado, predecían el momento del fallo del sensor”.

La fabricación aditiva “está asociada en la calle a la impresión 3D” pero es bastante más, ha explicado Lizarra. “Supone superposición progresiva de capas hasta llegar al producto deseado. Hasta ahora cuando alguien  diseñaba tenía que pensar en el proceso de fabricación y le suponía limitaciones en el diseño. En la fabricación aditiva, casi no hay limitaciones en el diseño”. Lizarraga ha asegurado que abre “un campo para las piezas de repuesto, ya que en vez de tener stocks se imprime la pieza cuando se necesita”, con el ahorro de costes de fabricación y almacenamiento que supone.

Cloud computing es una tecnología mucho más difusa. “La ventaja es la ubicuidad. Al llevar los servicios a la nube accedemos a los datos desde cualquier sitio. La empresa se olvida de los detalles técnicos, contrata un software con unas características y el proveedor lo dimensiona. Con el cloud se adapta a lo que necesita la empresa en cada momento. Y además hay más seguridad en la nube que en el modelo local”.

Finalmente, se ha referido a la ciberseguridad, el “ámbito donde más  carencias en la industria”. Lizarraga ha advertido del número creciente de ataques a la industria y que ya se lanzan desde todo tipo de dispositivos conectados a internet y no desde ordenadores. “La manufactura es el principal objetivo, porque son fáciles de atacar y el redito económico puede ser elevado”.