En un contexto de profundos cambios en los modelos de organización del trabajo, empresas y profesionales coinciden a la hora de demandar modelos laborales que aseguren el rigor que exigen las tareas y, a la vez, permitan adecuarse a las nuevas características del entorno, con altos grados de movilidad, internacionalización, etc. Las ventajas de este nuevo modelo de trabajo son muchas, y vienen acompañadas de grandes retos, ya que esta transformación requiere que las personas y las empresas estén debidamente capacitadas.

De cara a ofrecer herramientas la formación para desarrollar las nuevas habilidades, hace tres años un consorcio de agentes europeos puso en marcha DIGITAL WORKPLACE, un proyecto de formación profesional, dentro del programa ERASMUS+. El objetivo del programa es, por un lado, desarrollar un paquete de habilidades profesionales básicas (tecnológicas, de comunicación, gestión de tiempo y el estrés, etc.), y por otro, desarrollar los estándares de validación que permiten certificar la adquisición de estas capacidades profesionales.  

CLÚSTER GAIA (Industria de Conocimiento y Tecnología Aplicada de Euskadi) ha participado en el desarrollo de este programa, y entre otras tareas específicas, CLÚSTER GAIA ha sido el encargado de la fase de investigación y análisis sobre las mejores prácticas internacionales, complementada con trabajo de campo con trabajadores y empresas.

En total, han participado en el itinerario de formación un total de 400 personas, entre informantes, aprendices, empleadores y gerentes de recursos humanos y trabajadores, que han actuado como “testeadores” del itinerario. En la actualidad, el programa ha certificado a 20 con el reconocimiento de experto en “digital Workplace” o experto en entorno digital. El certificado emitido es un “Open badge” o certificado digital que se puede adjuntar al repositorio personal de certificados digitales “Mozilla Backpack”, Likendin, correo electrónico, etc. Estas 20 personas son las que han actuado como replicadores de la formación en los distintos países.

De acuerdo con la metodología del proyecto, estas personas han actuado como “replicadores” de la formación en los distintos países, formando a futuros usuarios y usuarias en el desarrollo de habilidades para el trabajo a distancia.

NUEVAS NECESIDADES, NUEVAS CAPACIDADES

El lugar de trabajo tradicional se ha transformado radicalmente: casa, aeropuerto, oficina de clientes, espacios de trabajo compartido van ganando el terreno de los tradicionales espacios laborales. Igualmente, las y los profesionales valoran cada vez más la posibilidad de auto-gestionar el tiempo, para ganar flexibilidad y autonomía.  Este enfoque puede repercutir positivamente en la vida de los trabajadores y de las empresas, al aumentar la productividad, mejorar la calidad de vida y promover un mejor equilibrio entre la familia, el ocio y el tiempo de trabajo. Según los datos del informe publicado por TheTelework Coalition, se calcula una media de ahorro de 20.000 euros por empleado a tiempo completo que trabaja de forma remota, un incremento del 20% de su productividad. 

Es un ámbito de oportunidad y fuente de competitividad que requiere habilidades específicas, tanto el ámbito de la capacitación tecnológica como en otros, como gestión del tiempo, comunicación, gestión de estrés, habilidades de autogestión, capacidad de colaborar en remoto, etc.

EL ESTADO DEL ARTE EN EUROPA

De cara a encontrar evidencias sobre las que sustentar el currículo formativo, CLÚSTER GAIA ha sido la organización socia del proyecto encargada de analizar la situación del trabajo a distancia en los diferentes países socios.

De un lado, se constata que no existen diferencias significativas entre países, y que en todos ellos, el trabajo a distancia está asociado al ámbito de actividad, y no a la dimensión de las empresas. La menor presencia se documenta en la industria de manufactura, con fuertes barreras de acceso; en el caso opuesto, Euskadi destaca en la comparativa internacional, principalmente en sus administraciones públicas, que han cuentan con proyectos de referencia en Europa.

De otro lado, se destaca que la carencia de un modelo de regulación país sobre estas prácticas desincentiva su aplicación, una característica generalizada. La demanda de regulación es un requisito básico que aportaría certeza legal tanto a empresas como a trabajadores.

Por países, destaca en las primeras posiciones de todos los criterios evaluados los Países Bajos, donde el concepto se ha invertido con un importante número de empresas que ha abandonado el trabajo presencial.

Organizaciones socias del proyecto DIGITAL WORKPLACE

¾      ARES (Italia)

¾      TELEFÓNICA LEARNING SERVICES (España)

¾      CLÚSTER GAIA (España)

¾      DEKRA (Alemania)

¾      HELLENIC OPEN UNIVERSITY (Grecia)

¾      INNOVENTUM (Finlandia)