Eduardo Jiménez Domínguez, presidente de la patronal lucense durante 9 años, hasta hace unas fechas, se despidió con un repaso a la gestión realizada, la situación económica y la modernización y profesionalización de la entidad en su última asamblea al frente de la organización, una vez aprobada la propuesta de reforma estatutaria que implicaba la desaparición de la figura del presidente y el traspaso de sus poderes a un consejo de administración, formado por 15 miembros.

En su intervención, Jiménez Domínguez agradeció el “trabajo, esfuerzo y apoyo” tanto de los que “han formado parte de la directiva en algún momento, como al equipo humano” de la organización, señalando que “en sus manos ha estado estos años el devenir de la CEL y en sus manos queda”. Subrayó que a partir de ahora la Confederación estará regida por “un Consejo de Administración conformado por personas con ganas de trabajar y aportar conocimientos y su experiencia empresarial a la organización, y el apoyo de un secretario y un equipo de trabajo que conoce mejor que nadie su funcionamiento, debilidades, fortalezas y posibilidades”.

Resaltó que se va “preocupado por la situación económica del país, pero satisfecho por el trabajo que se ha desarrollado en estos años en la Confederación y confiado porque su día a día y futuro dependen de aquellos que siempre han creído y creen realmente en la organización”.

Reforma laboral

Jiménez dedicó parte de su exposición a la actual coyuntura económica y reiteró su opinión de que la reforma laboral aprobada “no es la panacea” ni permitirá generar empleo de forma directa. Recalcó que “hacen falta otras medidas fundamentales como inyección de liquidez en el mercado o facilitar la financiación de las empresas” y que lo que “permitirá generar empleo es una economía que promueva proyectos que generen riqueza al país, innovación tecnológica, cualificación de los trabajadores y capacidad exportadora”

Señaló que le gustaría ver “que realmente los esfuerzos se dirigen a habilitar estímulos que ayuden a proyectar la iniciativa emprendedora del país, que apoyen el desarrollo de las empresas”, pues el tejido empresarial “necesita financiación, necesita innovar y necesita mirar hacia otros países y de apoyos para llegar allí”.

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