Pregúntale al Coach!

Publicado el por N.B. / Santiago Torre (autor)

Two businessmen on walls outdoors with gap and rope (photo: Martin Barraud)
Two businessmen on walls outdoors with gap and rope

Estimado Coach, contraté a una serie de gente para que me ayudara y trabajara para mí y ,ahora, me encuentro con que soy yo el que trabajo para ellos (para poder pagar sus nóminas), ¿cómo salgo de esta?

(Antonio G. por correo electrónico)

Estimado Antonio, sé que no es un consuelo, pero esto mismo se lo plantean varios cientos de miles de pequeños empresarios al menos una vez al mes (cuando hay que hacer circo para poder pagar las nóminas y los seguros sociales) y otra vez al trimestre (cuando hay que hacer los ingresos de IRPF), además de en otra serie de momentos no periódicos: bajas, olvidos, “desapariciones”, desidias, …

Podrías mudarte y no volver a aparecer por la empresa, pero acabarían encontrándote (según se acercara fin de mes al olor del cobro de la nómina redoblarían sus esfuerzos y te localizarían), por lo que no te recomiendo la táctica del avestruz, así que nos queda la de afrontarlo con resignación o enfrentarnos a ello. Si has escrito esta consulta es porque deduzco que quieres luchar, veamos cómo puedes hacerlo.

Lo primero y por higiene mental es que nunca te planteas lo que te cuestan, siempre te parecerá mucho (te lo digo justo cuando acabo de pagar 80 euros a un fontanero por reparar una tontería … no quiero ni pensar lo que le cobró Super Mario Bros a la princesa por rescatarla)

Lo segundo es que te dejes de cuentos y asumas tu responsabilidad (“la culpa es de cualquiera menos mía” *) . Cada empresario tiene los empleados que se merece, ni más ni menos. Cuando los seleccionaste eran los mejores, ¿no?. Si ahora no lo son alguna culpa tendrás, digo yo; si cuando los seleccionaste no eran los mejores (“es que era mi cuñado, el hijo de un amigo o un compañero de mili”), la culpa también es tuya por haberlo hecho así, lo que tienes es un negocio, no una ONG. Ya lo hiciste mal, no lo repitas en un futuro.

Lo tercero es que tomes medidas para solucionarlo. Estoy seguro de que el problema son solo algunos (porque son solo algunos, ¿verdad?). Bien, si es así habrá que identificar uno por uno que es lo que realizan diferente de lo que debieran o de lo que tú quieres que hagan. Tienes que coger una hoja por cada uno y trabajarla. Pensar en que son buenos, pensar que no hacen y debieran, que hacen pero debieran mejorarlo, pensar quien podría ayudarles y en qué podrían ayudar a otro.

Lo cuarto es que te pongas un plan de acción y unas fechas. Tienes que hablar con cada uno de ellos y explicarles lo que has puesto en la hoja (“podías haber avisado antes, eso no puedo enseñárselo”. No te preocupes, quería que hicieras el trabajo dos veces para afianzarlo) y poneros una fechas de revisión de los avances conseguidos y como les ves tú, si van mejorando o siguen igual.

Por último debes ser consciente de que el primero que debe cambiar eres tú. Si tienes problemas con más de un empleado, tú eres parte del problema y pieza clave en la solución. Tienes la opción de seguir estos consejos o contratar a alguien para que lo haga por ti, pero me temo que lo único que conseguirías es otra nómina a pagar a fin de mes –y trabajar todavía más, claro-.

Como último consejo, por más que te parezca en algunos momentos que lo que pretenden es hacer todo lo posible para inmolarse, que los asesines y así convertirse en mártires, no lo hagas, contente, que aunque te ahorres esas nóminas después es mucho peor.

*Hommer Simpson, dixit

Puedes enviar tu consulta a
santiagotorre@impulsocoach.com
santia@10cs.es